Usa variables CSS para personalizar y organizar tus estilos de forma escalable.
En CSS se pueden definir variables. Estas ofrecen una forma de organizar y reutilizar valores en tus estilos. Puedes definir colores, tamaños y otros valores para aplicarlos de forma consistente en tu proyecto. En este artículo veremos cómo funcionan las variables CSS y cómo pueden ayudarte a mantener tu código más claro y adaptable.
Las variables CSS, también conocidas como Custom properties, permiten almacenar valores en una única ubicación y luego referenciarlos en cualquier parte de tu hoja de estilos. Esto facilita la modificación de temas o ajustes de diseño sin tener que buscar y reemplazar múltiples líneas de código.
Por ejemplo, podemos definir variables en el selector :root
para hacerlas globales:
:root { --color-principal: #3498db; --espaciado-base: 10px; --fuente-principal: 'Arial, sans-serif';}
Estas variables, puedes aplicarlas en otros selectores usando var()
:
body { font-family: var(--fuente-principal); color: var(--color-principal); padding: var(--espaciado-base);}
Las variables en CSS son muy útiles, y a medida que una aplicación crece lo son aún más. Utilizar variables CSS te permite:
Imagina que deseas crear un tema oscuro para tu sitio. Puedes definir variables tanto para el tema claro como para el oscuro, y luego cambiar entre ellos según sea necesario. Por ejemplo:
/* Tema claro */:root { --fondo: #ffffff; --texto: #333333;}
/* Tema oscuro */[data-tema="oscuro"] { --fondo: #333333; --texto: #ffffff;}
body { background-color: var(--fondo); color: var(--texto); transition: background-color 0.3s, color 0.3s;}
En este caso, al cambiar el atributo data-tema
del elemento body
o de un contenedor (ya sea con JavaScript o renderizarla desde el servidor con cualquier otro lenguaje), el diseño se adapta al nuevo esquema de colores.
Las variables CSS representan una herramienta práctica para organizar y actualizar estilos de forma coherente en un proyecto web. Al centralizar valores importantes, facilitan la modificación de temas y simplifican el mantenimiento del código. Prueba su uso en tus proyectos y verás cómo la gestión de estilos se vuelve más clara y ágil.