Tipos de aplicaciones frontend

Visión general sobre qué son las aplicaciones frontend y análisis de distintos tipos de arquitectura.

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Una aplicación frontend, también conocida como la interfaz de usuario, es la capa visible que permite al usuario usar, ver e interactuar con enlaces, botones, imágenes, elementos interactivos y texto. Es allí donde se traduce el código en una interfaz que permite al usuario acceder a la información a través del navegador.

¿Qué es una aplicación frontend?

Una aplicación frontend se centra en la presentación y la interacción. Se implementa con tecnologías como HTML, CSS y JavaScript, que en conjunto permiten construir y dar forma a la página web. A través del navegador, el usuario puede interactuar con la página y comunicarse con el backend sin necesidad de ver la complejidad interna del sistema.

  • HTML: Define la estructura y el contenido que da forma a la página.
  • CSS: Se encarga del estilo, aplicando colores, tipografías y distribuciones que hagan la página atractiva y fácil de leer.
  • JavaScript: Introduce la interactividad; por ejemplo, al hacer clic en un evento se despliegan detalles adicionales o se actualizan componentes de manera dinámica.

Arquitecturas de aplicaciones frontend

Cuando apareció la World Wide Web el contenido se organizaba en páginas estáticas simples, pero con el paso del tiempo y la aparición de nuevas necesidades, las aplicaciones web de lado del cliente han ido evolucionando. Hoy en día existen múltiples arquitecturas para organizar una aplicación frontend. Las arquitecturas más importantes son:

  • Monolítica: Todo el código se agrupa en una única base, lo que puede simplificar el desarrollo inicial y la coordinación de funcionalidades. Sin embargo se complica si la aplicación crece mucho o hay muchos desarrolladores trabajando en ella.
  • Micro frontend: La aplicación se divide en partes independientes que se pueden desarrollar y desplegar separadamente, facilitando la colaboración en proyectos con equipos distribuidos. Es más complicado de gestionar, sobretodo la ifraestructura y el mantenimiento de los componentes.
  • SPA (Single Page Application): La aplicación carga una única página que se actualiza de forma dinámica, evitando recargas completas y ofreciendo una experiencia fluida. Hay un único punto de entrada a la aplicación y un enrutador se encarga de gestionar qué mostrar según la url.
  • MPA (Multiple Page Application): Cada funcionalidad o sección se carga como una página separada; este enfoque resulta útil para sitios con estructuras definidas y contenido variado.
  • SSR (Server Side Rendering): El contenido se genera en el servidor y se envía ya renderizado al navegador, lo que puede favorecer la indexación en motores de búsqueda.
  • SSG (Static Site Generation): Se crean páginas estáticas durante el proceso de construcción; esta técnica puede acortar los tiempos de carga en la medida en que el contenido no requiere actualizaciones constantes. Útil para blogs o páginas de documentación.
  • PWA (Progressive Web App): Se combinan características de las aplicaciones web y móviles, como el funcionamiento sin conexión y la posibilidad de recibir notificaciones, para ofrecer una experiencia más completa.

Conclusión

Las aplicaciones frontend son el punto de contacto directo entre el usuario y el contenido, transformando código en una experiencia visual y funcional que el usuario puede consumir desde el navegador. Las diversas arquitecturas —desde una estructura monolítica hasta las opciones que dividen la aplicación en componentes independientes— ofrecen distintas ventajas según las necesidades del proyecto.

En definitiva, conocer las características de cada arquitectura nos permitirá elegir la opción que mas se ajuste a nuestras necesidades.